jueves, 22 de abril de 2010

19 de abril: realizada la tercera velada de Gotas de tinta

(Fotos de José María Ruiz y Jorge Posso)

El lunes 19 de abril de 2010, los amigos de Gotas de tinta nos dimos cita en el auditorio de la Biblioteca José Felix de Restrepo de Envigado para realizar la tercera velada. Nuestro invitado, el maestro Francisco Madrid Quiroz, tuvo la amabilidad de acompañarnos.

Después de manifestarle nuestra admiración y presentarlo a los asistentes, José María Ruiz le dedicó su trabajo: Dos videos. Uno de ellos inspirado en la observación de sus manos.

Las manos del maestro llevan el ritmo de sus palabras. Lo escuchamos responder a cada pregunta, pero al mismo tiempo lo vimos dirigir los recuerdos como quien dirige la orquesta de su pasado. Cuando el pincel descansa, él agita sus dedos para pintar con ellos sus anécdotas. Y a Chepe no se le escapó detalle. Montó cada movimiento al compás de Coppélia de Léo Delibes, música para ballet en tres actos.

El segundo video recogió algunos aspectos de su vida y obra, obtenidos en una conversación informal en su apartamento en Envigado y en la visita a su último mural. Óleo realizado en páneles de madera forrados en lienzo, recientemente terminado para la Alcaldía de Itagüí.

El Centro de Historia de Envigado, al cual pertenece, le otorgó a continuación una resolución de felicitación y reconocimiento por sus 70 años de vida artística. La lectura y entrega de la misma estuvo a cargo de Elizabeth Redondo Benites, vicepresidenta, y de Henry Gallo Flórez, presidente.

A continuación, Jairo Trujillo moderó la conversación. El maestro se refirió con tacto y lucidez a hechos históricos de gran trascendencia para el país, siempre recordando que el arte hace parte de estos momentos y desde esa perspectiva cada cual según su mirada, se expresa.

Nos contó de sus amigos, de la inolvidable Barra de Boston, de los partidos de fútbol y de la destreza de sus dos piernas, a la cual le debió la posibilidad de jugar en varias posiciones, según las necesidades del equipo. Finalmente, nos contó del profundo respeto por su madre.

Jairo lo interrogó: Maestro Madrid, ¿usted qué me diría después de esto?

Viendo a Garrik actor de la Inglaterra

La voz hasta entonces pausada resonó:

–... el pueblo al aplaudirle le decía:
"Eres el más gracioso de la tierra
y el más feliz..."
Y el cómico reía.

Y escuchamos a Reír llorando de Juan de Dios Peza, sorprendidos.

Para concluir y antes de abrir la conversación con el público, sonaron los acordes de Dulce negrita, danza del maestro boyacense Efraín Medina Mora, una de sus canciones preferidas. Cumplimos así nuestro objetivo y nos sentimos satisfechos. Al calor de una copa de vino, rodeado de un grupo de amigos, Francisco Madrid recibió nuestro cariño y reconocimiento.

(Fotos de José María Ruiz y Jorge Posso)

domingo, 11 de abril de 2010

Tercera velada de Gotas de tinta

Tenemos la satisfacción de invitarlos a participar en la tercera velada de Gotas de tinta el próximo 19 de abril a las 7:00 pm.

El turno ahora es para el maestro y pintor Francisco Madrid, quien nos contará detalles de su vida y obra. El evento tendrá lugar en el auditorio de la Biblioteca José Félix de Restrepo de Envigado. La entrada es abierta al público en general.

La dirección de la biblioteca es en la carrera 42 No. 35 sur 62. Sus teléfonos son 276 13 20 y 270 29 51. Está ubicada a una cuadra de la iglesia en la vía hacia Medellín.

Maestro Francisco Madrid – Las manos del maestro

De origen modesto y corazón benévolo, Francisco Madrid nació en Envigado. Heredó de su madre Imelda Quiroz, la sensibilidad y la fuerza. Adquirió el título indiscutible de Maestro por fuera de la academia y como carta de presentación nos ofrece su obra.

Estudió en la escuela San Juan Bautista de La Salle. En 1936 la Gobernación de Antioquia lo premia como el mejor dibujante entre todas las escuelas de Medellín. A los 17 años se convierte en ayudante de planos del ingeniero José Posada Ramírez. Estudió en el Instituto de Bellas Artes con el entonces director del establecimiento, Antonio J. Cano, gracias a la insistencia de doña Paulina Posada de Escobar, su mecenas. Esta misma institución le otorga el primer premio en pintura y dibujo en 1941. Fueron profesores suyos Eladio Vélez, Carlos Gómez Castro y Gustavo López. Se dedica entonces a la docencia en el Colegio de San Ignacio, la Universidad de Antioquia, la Universidad Pontificia Bolivariana, el Instituto Central Femenino y en el mismo Instituto de Bellas Artes. Realiza su primera exposición individual en la Galería Artecto. Su nombre alcanzó la popularidad regional en 1974 cuando pinta el Medellín antiguo; con el resultado de sus reproducciones adquiere una máquina litográfica para fundar su propia empresa.

Retratista, acuarelista, pintor del entorno, le inquieta lo cotidiano y logra plasmarlo con la transparencia que su capacidad le concede. Muralista practicante de sus propias técnicas. Enseña actualmente su arte en la Casa de la Cultura de Envigado y en algunas academias particulares. Ostenta el maestro a sus 87 años un profundo y respetuoso concepto del alma humana ejemplarizada en el contenido de sus respuestas. Antepone la bondad a los reconocimientos. No encuentra artistas inferiores o superiores, sino formas diferentes de mirar las cosas y se reconoce como un hombre que vive de lo que ve y de lo que proyecta.

Por fuera de las artes plásticas, el maestro es miembro del Centro de Historia de Envigado. La recordación de su madre, la familia y los amigos lo enorgullecen. Su vida pausada y armoniosa transcurre en medio de lo más amado: caballete, pinceles, acuarelas, oleos, pasteles, acrílicos. Y la dulce compañía de Amparito (Amparo Gómez Mejía), esa mujer a la cual le debe hoy la alegría de amar la vida.