El 19 de julio disfrutamos con la presencia de Olga Elena Mattei. Recorrimos con ella algunos episodios importantes de su vida y de su obra. Teníamos el lugar dispuesto para recibirla, pero ella está acostumbrada a crear y recrear su propio espacio. Convirtió el sofá, donde por costumbre se acomodan los invitados, en escritorio e improvisó con su maletín un atril para el micrófono.
Más que hablar de sus logros, ella se comunica con los oyentes a partir de sus poemas. Se detiene en algunos para explicar cómo se inspiró. Hace bien, porque si algo puede dar fe de esa capacidad intacta de seguir creando e innovando, es justamente la cantidad y calidad de los temas que domina. Es una mujer multifacética, pero al mismo tiempo ha recorrido el mundo, conoce varias culturas y posee una de las cualidades más difíciles de identificar en el medio: Olga Elena es una mujer que aprecia y valora el trabajo de quienes se inician; acercase a ellos la enriquece. Estos atributos seguramente se tuvieron en cuenta cuando la Gobernación de Antioquia la reconoció en el año 2004 como la Antioqueña de Oro.
Aunque ella pasa de afán sobre
los homenajes, ese día quisimos destacar el Premio Internacional de Poesía
“Café Marfil” que le otorgaron en España. Algunas de sus primeras vivencias la
emocionan: El estreno de su cantata Cosmofonía
en Francia, con música del compositor Marc Carles. O su poema La bisagra, cuando nos habla de la
importancia y los servicios de la misma a través de la historia de la cultura.
El milagro de sus efectos la llevó a escribir un poema que más tarde validaría
en el Museo de Arte Moderno de Amsterdam, al aparecer frente a sus ojos, sobre un
panel rectangular y blanco, una gigantesca y reluciente bisagra.
Olga Elena nos dejó con las ganas
de compartir con ella una copa de vino más. Terminó leyéndonos un poema sobre
Abraham que queremos compartirles en nuestra próxima revista de Gotas de tinta No. 9. Se fue para recibir la visita de uno de sus
hijos. Se alejó agradecida en medio del reconocimiento de los asistentes.
* * *
Para el 22 de agosto la cita fue
con Pedro Arturo Estrada y Yenny León, ganadores de dos de las “Becas de
creación ciudad de Medellín”.
La conversación desarrollada
entre los dos poetas nos permitió darnos cuenta de lo que significa tomar la
decisión de labrarse un futuro en este campo. Fue un cruce de poemas y
preguntas. Se expresaron las dudas, se habló de los cambios, se mencionaron las
críticas y la incertidumbre. Al final, la alegría de ser galardonados.
Yenny, una joven estudiante de física, descubre, gracias a la buena intervención de uno de sus profesores, que la poesía es un aliciente para ella. Termina ahora el pregrado en Letras: Filología Hispánica en la Universidad de Antioquia y está segura de su decisión. La poesía es lo suyo.
La beca que hoy recibe se suma a sus dos premios anteriores: El de Poesía Joven Ciudad de Medellín, ganado con su poemario Tríptico y el Premio Nacional de Poesía Joven Andrés Barbosa Vivas, con su poema Mujer de agua.
Después de esta tertulia nos
enteramos de la pasión de Yenny por las artes marciales, práctica que le
permite descubrir hasta dónde puede llevar su cuerpo. Un cuerpo menudo de
personalidad recia. Una poeta joven que impacta con su sencillez, con la mesura
de sus respuestas breves. No especula, ni exagera. La búsqueda por la
palabra precisa, posiblemente la llevó de lo racional y tecnológico, a ese
estado trascendental del ser.
Pedro Arturo escribe desde su
adolescencia, reconoce que ha hecho todo tipo de trabajos, siempre y cuando le
permitan ser fiel a su elección de ser poeta. No quedan dudas que lo es. La
sola conversación lo delata. Para él, la poesía es un oficio artesanal
ejecutado con astucia.
Ajeno a los problemas de la academia, se hizo a pulso y logró su tono a capela. Estudió lo que quería mientras la ciudad dormía. Como su poesía, Pedro no se quedó ahí, cualquier cambio en ese espacio donde se mueve lo inquieta. Los jóvenes le aportan, mira sus logros con satisfacción porque ellos son una transfusión de ideas y experiencias. Ganó el Premio nacional “Ciro Mendía” en el año 2004 y “Sueños de Luciano Pulgar” en el 2006.
La beca que hoy le otorgan es un
reconocimiento esperado. Son méritos hechos con dedicación, represados por un
tiempo y desbordados en una poesía vital. Por fin, en la tranquilidad de su
casa, recibió la satisfacción de saberse ganador. Un premio para invertirlo en
la realización de sus proyectos. Pedro tiene claro su destino. Confiamos en la
continuidad de su palabra y en la expresión de verdad de sus poemas. Ojalá que los
resultados de su trabajo trasciendan a otras culturas.
Un agradecimiento para nuestros
invitados, que quisieron venir a celebrar con nosotros su merecido triunfo.
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Georges Weinstein en la Fiesta del libro
Fiesta
del libro y la cultura 2012
Viernes 7 de septiembre
5 p. m.
Biblioteca Edificio Científico
Presentación de los libros: Cristales de existencia, Georges René
Weinstein. Los cantos de la espada,
Andrés Felipe Martínez. Expresando
sentimientos, Victoria Elena Ríos Fernández. Diccionario temático de fobias, filias, manías y complejos, Johnny
Arturo Mejía Castañeda.
Convoca: Hombre Nuevo Editores
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