jueves, 26 de abril de 2012

Nuevas actividades de Gotas de tinta



Una muestra de la inquietud y de la búsqueda de nuevas propuestas, siempre latentes en Gotas de tinta. Una idea principal: Compartir el conocimiento.

En la Biblioteca Pública Piloto de Medellín Gotas de tinta presentó la película Catalán

El 9 de abril pasado, Rodrigo Rodríguez dejó a más de uno pensando. Su película Catalán es el resultado de los juegos de niño y de sus sueños como adolescente. En algo parecen estar de acuerdo los asistentes: Rodrigo sabe  cómo manejar una cámara.

Los que por primera vez tuvimos la suerte de encontrarnos con él en Otraparte, podemos agregar: A sus 16 años despierta polémica, en seis años más nos gustaría estar en primera fila escuchando nuevas opiniones y participando con la nuestra. Para entonces, el paso por la academia lo habrá moldeado y valoraremos su trabajo como director.

Para Orlando Mora,  Rodrigo  es de esos afortunados  poseedores de un talento. De su preparación y esfuerzo dependerá el éxito.

Con este tipo de eventos, Gotas de tinta aspira a mostrar la otra cara de algunos jóvenes medellinenses. Estudiantes  que desde temprana edad invierten su tiempo en el juego de aprender. Que están dispuestos a exponerse a la crítica y aceptan con buen humor las opiniones.


Dos presentaciones meritorias en la cuarta tertulia de gotas poéticas:

Profesor Selnich Vivas Hurtado


En la última tertulia de Gotas poéticas apreciamos la fuerza que le confiere al poeta la preparación y el aprendizaje. El profesor Selnich se siente satisfecho de su encuentro con la palabra. Cada lengua, como un desafío, conduce el descubrimiento del  yo enfrentado a una nueva mirada del mundo. Esa metamorfosis confesa de vida, lo confiere hoy hasta nuestra selva, lo seduce como una forma de reencontrarse, le posibilita enriquecer su poesía. El poeta necesita experimentar, no se podrá hablar de lo que no se vive. Cada lugar trae consigo una historia, una respuesta a la sensación del  encuentro. Sobre su libro Déjanos encontrar las palabras, nos habló David Marín.

La estigmatización de un pueblo, su despertar, el enfrentamiento de la memoria con lo pasado y todo esto, analizado en el caso particular de Paul Celan, judío rumano de habla alemana, y de la austríaca Ingeborg Bachmann, pasaron a ser el material de investigación para el profesor. Era el tiempo de la posguerra.  Después de una noche de pasión, los dos escritores entablan a través de su correspondencia de varios años un delirio poético. De la afectación y el dolor de los personajes, de lo no dicho  guardado entre letras, del hallazgo de varios testimonios, surge su creación.  Selnich Vivas depura hasta dar el tono adecuado. Construye una lectura para resaltar en cada lengua su fonética, para transmitir a cada lector según su medio (latino o anglosajón), una experiencia de vida en la historia de una cultura en particular.

María José Molina

Desde muy temprana edad, María José encontró un encanto en el tono poético. No es difícil para ella dar la entonación, el ritmo, la medida, hacer la respiración y manejar la puntuación en los poemas que escoge. Se apropia del micrófono y del auditorio. Cualquiera se olvida, al escuchar  en su voz un poema de Miguel Hernández, que tanta seguridad habita dentro de una  fragilidad de 9 años.

No lee a Rafael Pombo, prefiere a Alfonsina Storni o a Juan Manuel Serrat. Se desenvuelve con soltura en un mundo de adultos, porque por el momento son ellos los que la escuchan. Le interesan las matemáticas, las escoge como la materia de su predilección y respalda ese gusto con buenos resultados.

Ahora, cuando recitar un poema perdió su encanto, la voz blanca de esta niña nos devuelve a los declamadores, a los buenos lectores. Da gusto escuchar esa cadencia, esa fuerza. Muy por encima de todas estas cualidades, María José nos cautivó con su sencillez. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Para entonces, el paso por la academia lo habrá moldeado y valoraremos su trabajo como director."
Después de que la academia se cague en el pobre muchacho es que comenzarán a valorarlo de verdad...¡hipócritas!
Los moldes de la academia son siempre los mismos, a la medida de la decadencia de su institución.

Gotas de tinta dijo...

Tu opinión nos deja dudas. No sabemos con quién no te identificas: Si con la academia o con el mensaje del blog. No obstante nos has hecho recordar a Estanislao Zuleta, quien estuvo en franco desacuerdo con la academia y lo practicó sin insultos.

Te invitamos a ver el video que publicaremos hoy en nuestro blog. Son las ideas de un hombre que pasó por la academia. La entrada tiene el título de "Reflexiones acerca de un comentario en nuestro blog".

Gotas de tinta